ALEJANDRO SUCRE: "MANEJO MONETARIO ES CLAVE PARA RECUPERAR LA ECONOMÍA"

Por Mariela León

En una ecuación que aparenta simplicidad, descansa buena parte de la solución de los “desórdenes” y “vicios”  de la economía venezolana, sostiene Alejandro J. Sucre.

Economista, abogado, y líder en la recuperación de empresas en crisis durante 27 años, quiere ahora, ofrecer una alternativa que “devuelva al país la prosperidad”. Eso dijo.

M x V = P x Y, no tiene que ver con la fórmula física de la masa, densidad y volumen  que enseñan en el colegio. Tiene que ver, explica,  con las variables fundamentales que mueven las economías; conocerlas y aplicarlas, develan el juego de las relaciones de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios.

Papel en mano, el especialista con maestrías en Harvard Business School, IESA, y  Universidad de Chicago, empieza por despejar  la ecuación: M es la masa monetaria (cantidad de dinero) en un mercado, V la velocidad de circulación del dinero, es decir, el número de veces que una unidad monetaria se utiliza durante un año, P el índice de precios  e Y, los productos o el Producto Interno Bruto (PIB). En otras palabras, señala, “la masa monetaria por velocidad de circulación del dinero es igual al nivel precio por la cantidad de productos”.

Más claro con un ejemplo: “Si se tiene una economía con una masa monetaria de 1000 bolívares y la velocidad es constante, con una producción, por ejemplo, de 100 zapatos, el nivel de precios es de 10 bolívares”.

“Si se aumenta la masa monetaria a 2000 bolívares”, advierte, “y no se eleva la producción de 100 a 200 zapatos, sino que lo dejas en 100, cuánto va a valer cada zapato? 20 bolívares. Hay un incremento en el precio porque el aumento en la masa monetaria no significó un alza en el número de productos disponibles y eso genera inflación. Para que haya inflación tiene que haber un aumento en la liquidez monetaria, mayor al alza en la producción del país”.

Movimiento de factores

“Cuando el gobierno dice que el sector privado, por especulación, es el que causa la inflación, la fórmula dice que eso puede o no puede ser verdad; puede ser verdad solo en el corto plazo”, asoma  en una aproximación  al discurso oficial.

“Si el sector privado decide no producir 100  zapatos sino 50”, refiere el analista, “que es lo que el gobierno llama  guerra económica, eso quiere decir que el sector privado tiene un poder monopólico para reducir la oferta y aumentar los precios a 20,  porque no se pueden aumentar los precios más de lo que hay de liquidez”.

Está bien”, comenta, “pueda ser que lo haga una vez, pero si lo sigue haciendo va a llegar un punto en que no va a ganar nada y eso no tiene sentido, si estamos hablando de empresarios”. En este caso, “el gobierno decide importar 50 zapatos para aumentar la oferta. Si el sector privado produce 50 y el gobierno importa 50, por qué la inflación no se ha reducido?”.

Inflación que, dada la opacidad de las autoridades oficiales, la Asamblea Nacional está calculando y la ubica en  249% hasta agosto, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) la estima en 720% al cierre de 2017.

“En Venezuela”, puntualiza, “la liquidez monetaria ha crecido 500% en los últimos 4 años, con una contracción económica acumulada de 35% del PIB, y una reducción de las  reservas” (por debajo de 10.000 millones de dólares) “que no permite al gobierno importar. El sector privado no puede reducir la producción a cero porque ya no sería especulación sino un suicidio y no lo van a hacer”.

1, 2 y 3

Según Sucre,  columnista de El Universal,  “sigue habiendo aumento de precios porque el gobierno está continuamente  inyectando liquidez o emisión de dinero inorgánico, con una caída de la producción. No es la guerra económica la que produce aumento en los precios. Una guerra económica del sector privado puede aumentar los precios una vez, pero no siempre porque eso significa una inyección de dinero  superior al nivel de productos que hay en la economía y el único que tiene capacidad de inyectar dinero a la economía es el gobierno, a través del gasto fiscal o del Banco Central de Venezuela (BCV), son los responsables”.

Sugiere que para “corregir los altos niveles de  inflación hay que tomar tres medidas: en primer lugar, no inyectar dinero inorgánico en la economía y para ello todas las empresas del Estado, no deben generar pérdidas. No se puede tener un país con empresas fundamentales, como las de Guayana, Pdvsa, hotelería, arrojando pérdidas y  en vez de corregir esas pérdidas con captación de inversiones,  el BCV  inyecta más dinero; además,  no es viable que un país tenga sus empresas más importantes sin que se publiquen sus balances, sus estados financieros”.

El segundo aspecto, argumenta,  “es que los organismos e instituciones del Estado cumplan con sus presupuestos y sus proyectos, eso obliga a que los ministerios tengan que licitar todas sus obras. Lo más importante es que  las empresas del Estado tengan sus parámetros de cumplimiento, de eficiencia, y rendición de cuentas. Ahí está el problema de fondo”.

Y en tercer término, añade,  se hace necesario que el país se abra a las inversiones.

La receta

Sucre –emprendedor de dos proyectos innovadores en Vancouver (Canadá) uno, vinculado a la producción y distribución en línea de  vegetales y hortalizas orgánicas y otro, de un clusters gastronómico–  observa que “el crecimiento de la oferta monetaria, no puede ser más rápido que  el  de la producción. El BCV tiene que vigilar  cuál es la producción de bienes y servicios. Si la producción crece 5%, la masa monetaria tiene que crecer 5%”.  

Insiste una y otra vez en que “el manejo monetario del país es clave, sin eso no vamos a recuperar la economía; desde 1974  en Venezuela hemos tenido un manejo irresponsable”.

En específico, subraya el  también politólogo, que  “el dólar aumenta de precio igual que todo lo demás y la manera de frenar la devaluación y combatir al dolartoday es controlando la oferta monetaria, esto requiere de una buena gerencia”. El  Dicom  se elevó en corto plazo porque “hay tanta masa monetaria, que es inevitable”.

El  gobierno, por otro lado, debe concentrarse en “aumentar la producción, bien a través de inversionistas extranjeros o locales y la mejor manera de atraerlos  es controlando la masa monetaria, eso les da seguridad de que no va haber cambios importantes en la moneda, devaluaciones”.

Asegura que, a diferencia de otros colegas, Venezuela “no necesita préstamos del FMI. Abrir las puertas del inversionista es una buena opción, si se respeta la libertad cambiaria, se eliminan los controles de precios, si no hay desórdenes, nadie va  a sacar su dinero”.

Sucre considera que la economía local presenta “vicios. El venezolano tiende a ver el gasto fiscal como (...) para favorecer a los amigos del gobierno: hacer obras sin  parámetros de desempeño”. En ese sentido, adiciona, “se debe hacer  énfasis en que la población se eduque y exija a sus gobernantes  pulcritud en las gestiones”.



Comentarios

"Su sociedad está condenada", Ayn Rand

"Cuando advierta que para producir usted necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces usted podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad esta condenada"

Ayn Rand, 1950. Rand (1905-1982). Filósofa Ruso-Estadounidense