Para los comerciantes
formales y organizados del país, durante el 2017 sectorialmente sólo crecieron la
cantidad de establecimientos que cerraron en comparación con el del 2016, y el “bachaquerismo” o comercio informal. Y eso,
aunque proyecta al sector terciario afectado por un “mal año”, de igual manera,
hay que hablar de un “buen futuro”, porque existen razones para hacerlo.
Este segmento
empresarial de la economía venezolana es representado institucionalmente por el
Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), en donde
convergen más de 100 Cámaras sectoriales y regionales. Varias de esas
instituciones gremiales han adelantado balances que “alarman y preocupan,
cuando se les detalla en esos hechos, sus efectos en el empleo, como en la
desatención a los consumidores, sin olvidar el componente saqueos y destrucción”.
De allí, precisamente,
viene lo que configura los componentes
de ese “mal año”.
Las autoridades
gremiales, “ratificando su histórico compromiso institucional que a los
afiliados y a los consumidores no se les debe desamparar”, y menos cuando su
sistema de trabajo y de vida es destruido inconteniblemente por un proceso
hiperinflacionario, sin embargo, están
llamando a “hablar de futuro”.
En este caso, para
dicha dirigencia, “hablar de futuro” tiene que ver con el hecho relacionado con
que en Venezuela “las oportunidades de crecimiento y de expansión sectorial
nunca desaparecerán”, porque la población continúa creciendo, la demanda de
bienes y servicios incrementándose, y es
un nicho de trabajo en donde la empresa privada dispone de espacios para seguirse
expresando positivamente.
Es una proyección que,
sin embargo, se enfrenta a una “realidad innegable”: hay que trabajar con
atención “cuidadosa y permanente” para un mercado distinto, un consumidor
diferente y una oferta inevitablemente variable, por motivos de producción
interna e importación, costos, precios y capacidad de compra.
Consecomercio ha
acordado convertir ese planteamiento macro en motivo de debates “a puertas
abiertas”. Y lo hará desde el 28 de
noviembre en el hotel Eurobuilding de Caracas, cuando celebre el Día Nacional
del Comercio y los Servicios, teniendo como motivo central Levantando la Mirada hacia el Futuro.
A decir de la propia
presidente de la institución, María Carolina Uzcátegui, atender las exigencias
del futuro desde este enfoque, “es mucho
más que un lema institucional”.
Para ella, tiene
que ser convertido en una “expresión
estimulante para no claudicar y, desde luego, alertar a la dirigencia política
venezolana, en cualquiera de los sitios donde se ubique, que a la economía hay
que prestarle atención en su problemática, respuestas y decisiones”.
La actividad del
Comercio y los Servicios en Venezuela se tiene que adecuar progresivamente para
“atender las exigencias del futuro”, indicó. Pero para llegar hasta allí, “hay que
promover, construir y darle espacio a las condiciones adecuadas para que eso se
convierta en motivo de nuevas inversiones inmobiliarias, tecnológicas,
formación de talento, relación con el sector productor y los consumidores”.
Consecomercio confía
en que durante este primer debate
programado para el 28 de noviembre en Caracas, pueda reunir a más de 400
dirigentes y empresarios de todo el país,
como de los diferentes sectores de la economía nacional, además de
invitados especiales para la ocasión.
Comentarios