El papa Francisco
afirmó que "el periodismo no puede convertirse en una arma de
destrucción de personas o pueblos, o alimentar miedos", en el discurso
dirigido al Colegio de Periodistas de Italia con quienes se reunió en el
Vaticano.
"El periodismo
no puede convertirse en una arma de destrucción de personas o pueblos o
alimentar miedos ante los cambios o fenómenos como la inmigración forzada por
la guerra o el hambre", dijo Francisco, citó Efe.
El Pontífice invitó
a que "el periodismo sea un instrumento de construcción, un factor del
bien común, un acelerador de procesos de reconciliación".
Para Francisco
"el periodista tiene un papel de gran importancia y al mismo tiempo de
gran responsabilidad", pues, aseguró, "escribe, de alguna manera, el
primer esbozo de la Historia".
Consideró que los
periodistas "con profesionalidad siguen siendo un elemento fundamental
para la vitalidad de una sociedad libre y pluralista".
Por ello, Francisco
indicó a los periodistas los tres pilares en los que, a su juicio, se debe
apoyar la profesión: "Amar la verdad, vivir con profesionalidad, algo que
va más allá de las leyes y las normas, y respetar la dignidad humana, que es
algo más difícil de lo que se pueda pensar a primera vista".
Sobre la búsqueda
de la verdad, el Pontífice puso el ejemplo de la política y de muchos
conflictos "rodeados de dinámicas poco claras, por lo que es difícil
llegar a la verdad".
"El verdadero
trabajo o la misión del periodista es llegar lo más cercano a la verdad de los
hechos y no decir o escribir cosas que se sabe que no son verdad",
dijo.
También explicó que
la profesionalidad de los periodistas radica en "la necesidad de no
someterse a las lógicas de los intereses de parte, sean económicos o
políticos".
Señaló que durante
la Historia, "las dictaduras, de cualquier orientación y color han
intentando adueñarse no sólo con los medios de comunicación sino también de
imponer nuevas reglas de la profesión periodística".
E indicó que
"la vocación del periodista tiene que ser hacer crecer la dimensión social
del hombre, favorecer la construcción de una verdadera ciudadanía".
Francisco recordó
que él ha hablado del "terrorismo de los chismes", pues "las
palabras pueden acabar con una persona o una familia",
Entonces advirtió a
los periodistas de que "un artículo que se publica hoy aunque mañana se
sustituya por otro" puede provocar que la vida de una persona "sea
injustamente difamada y destruida para siempre".
"La crítica es
legítima, así como la denuncia del mal, pero esto siempre respetando a los
demás, su vida y a sus seres queridos", agregó.
Concluyó su discurso animando a los periodistas a que recuerden siempre
que "cualquier conflicto se puede resolver con hombres y mujeres de buena
voluntad"
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