LA TRISTE AGONÍA DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ EN VENEZUELA: LAS VENTAS CAYERON UN 93,11% EN EL ÚLTIMO AÑO
Por Raúl
Álvarez M.
Dramática la situación de la
industria automotriz venezolana. De hecho agoniza. Sus indicadores financieros
y comerciales son muestra de la metástasis originada por las erradas políticas
públicas sectoriales y los lineamientos económicos y financieros del régimen
socialista de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, a menudo catalogado como la más
destructiva de las dictaduras latinoamericanas.
Las cifras al cierre del primer
semestre del 2016 son contundentemente demostrativas: las ventas en los últimos
12 meses (julio/2015 a junio/2016) suman 8.317 unidades reportadas por las
siete ensambladoras privadas, lo que representa una significativa caída del
93,11% respecto a los 12 meses anteriores. Vale decir que en mejores momentos,
hace menos de una década atrás, esa era la venta de una semana en el mercado
nacional…
Y siguiendo con los indicadores
de la industria, la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) reportó que en
junio/2016 se vendieron 243 vehículos, todos de producción nacional, ya que el
régimen no permite a ensambladoras ni distribuidores oficiales la importación
de vehículos armados. Estos 243 vehículos de junio pasado representan un
decrecimiento del 87,1% respecto a los 1.884 vendidos en junio/2015.
Si no fueran suficientes esos
números para demostrar el escenario en el que se desenvuelven los ensambladores
de los vehículos Chevrolet, Ford, Dodge, Jeep, Toyota, Mitsubishi, Fuso, Mack e
Iveco, se puede analizar las ventas acumuladas en el primer semestre del año en
curso.
Según el informe de Cavenez, de
enero a junio/2016 se vendieron 1.704 unidades, un 84,5% por debajo de las
10.972 en la primera mitad del año pasado. De las ventas del
semestre/2015 hay que señalar que 1.593 fueron de producción nacional, para una
caída del 85,4% sobre las 10.910 ensambladas en el país en el primer semestre
del 2015.
Mención especial merece la
observación que este régimen puede anotar a “sus éxitos de la producción en
tiempos de revolución” que llevamos ya varios años sin exportar ni un solo
vehículo producido por las ensambladoras privadas, pero tampoco se sabe que las
plantas del gobierno hayan logrado inundar los mercados latinoamericanos,
especialmente de sus países entrañablemente amigos y leales, de los vehículos
chinos medio armados en el país.
Los sindicatos automotrices,
afectos políticamente al chavismo, tienen ya mucho tiempo advirtiendo a
Miraflores que en la crisis automotriz se están jugando unos 100.000 empleos,
que representan la fuerza laboral dependiente de las ensambladoras privadas,
públicas y mixtas; de los fabricantes venezolanos de autopartes, del poco más
de unos dos centenares de concesionarios y sus talleres sobrevivientes y de otras
empresas directamente suplidoras de servicios al sector.
Ya se han separado unos 2.000
profesionales calificados, entre ejecutivos gerenciales y técnicos, que se
desempeñaban en la cadena automotriz, muchos de ellos ya trabajando en el
exterior.
Más allá de este panorama, que
generalmente es el más visto en las informaciones del sector, está la situación
de hecho de las empresas automotrices internacionales que tienen operaciones en
Venezuela. Mack como tal prácticamente se retiró y la operación en la
planta de Las Tejerías la maneja desde hace prácticamente un año un colectivo
de concesionarios que aceptaron el reto de luchar por la supervivencia de la
ensambladora de camiones.
Por su parte, Renault también
salió del país y dejó la operación en manos de un grupo privado mexicano desde
enero/2016, inversionistas que hacen un gran esfuerzo por llevar aliento y
repuestos a la consecuente red de concesionarios de la marca francesa.
Mitsubishi y Fuso, por su parte, no habían confirmado la autorización para que MMC Automotriz, ahora con propietarios venezolanos y cercanos al régimen, continúen con la importación, ensamblaje y distribución de los automóviles, camionetas, furgones y camiones de las marcas japonesas. La planta en la Zona Industrial Los Montones tiene ya más de ocho meses sin producir.
Mitsubishi y Fuso, por su parte, no habían confirmado la autorización para que MMC Automotriz, ahora con propietarios venezolanos y cercanos al régimen, continúen con la importación, ensamblaje y distribución de los automóviles, camionetas, furgones y camiones de las marcas japonesas. La planta en la Zona Industrial Los Montones tiene ya más de ocho meses sin producir.
En los próximos días iremos profundizando sobre la crisis de nuestra industria automotriz, que fue hasta hace poco la tercera más importante de Suramérica y la cuarta en América Latina. Hoy Venezuela debe estar por allá, en el puesto 12, como mercado continental…
Los indicadores de la industria automotriz venezolana son
muestra de la metástasis originada por las erradas políticas
públicas y los lineamientos económicos y financieros del
régimen socialista de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que a
menudo catalogan como la más destructiva de las dictaduras
conocidas en América Latina.
muestra de la metástasis originada por las erradas políticas
públicas y los lineamientos económicos y financieros del
régimen socialista de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que a
menudo catalogan como la más destructiva de las dictaduras
conocidas en América Latina.
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