El Consejo Nacional
del Comercio y los Servicios (Consecomercio) alertó al sector financiero y al
Seniat que la escasez de puntos bancarios y de cajas registradoras con memoria
fiscal, se ha sumado a las múltiples dificultades con las que hoy funcionan en
el país los establecimientos comerciales formales y expendedores de servicios.
La indisponibilidad
de puntos bancarios obliga al sector terciario a trabajar principalmente con
transacciones en efectivo, lo cual convierte a cada establecimiento en lugar de
interés para la acción del hampa. Y la ausencia de cajas registradoras con
memoria fiscal, por otra parte, no permite la prestación de un mejor servicio a
los consumidores, al reducir sitios de atención, o a no trabajar, para evitar
posibles sanciones de parte del Seniat.
Consecomercio,
atendiendo siempre a los reportes que recibe de sus Cámaras sectoriales o
regionales afiliadas, indicó, asimismo, que existe preocupación en el comercio
ante la información periodística de que la banca estaría programando el cierre
de un alto porcentaje de su servicio de cajeros, ante la carencia de equipos
por la imposibilidad de garantizar su mantenimiento, además de los altos costos
que le representa la reposición de papel moneda de baja denominación.
De una u otra
manera, una medida de ese tipo incidirá directamente en la programación de
gastos que tienen los consumidores. Y si hay que hacerle frente al problema bancario,
estima el máximo organismo gremial del sector terciario, le corresponde a la
Superintendencia de Bancos, al Ministerio de Finanzas y al Banco Central de
Venezuela procurar soluciones de fondo.
Esas soluciones de
fondo, a juicio de Consecomercio, no son otras que, hasta que se erradiquen las
causas de la inflación, imprimir papel moneda de alta denominación, y garantizar
las condiciones y recursos que les permitan a la banca la disponibilidad de una
red de cajeros en óptimas condiciones.
El sector comercial
venezolano registra actualmente las incidencias de una severa escasez de alimentos,
medicinas, productos de limpieza e higiene personal. Asimismo, de repuestos
para automóviles, además de neumáticos y acumuladores; de equipos médicos, para
telecomunicaciones e informática, ascensores y líneas blanca y marrón en
general.
La indisponibilidad
de estos bienes, entre otros, mantiene al comercio formal funcionando por
debajo de su capacidad de atención eficiente a los consumidores en todo el
país. Y, desde luego, imposibilitando el sostenimiento de fuentes de trabajo y
de que muchos establecimientos puedan seguir funcionando en los meses
venideros, además de que sean víctimas de acciones violentas que destruyen bienes, arruinan al comerciante, a los trabajadores y castigan a los
consumidores.
Para Consecomercio,
las decisiones gubernamentales que tengan incidencia directa en el
funcionamiento de la economía y que no
se adopten oportunamente, como es el caso de la progresiva eliminación de los
controles de cambio y de precios y el resto de las causas de la desbordada
inflación que empobrece a todos los venezolanos, por igual, luego implicarán
mayores costos para toda la nación, con peores incidencias en la población que dispone
de una menor capacidad de pago.
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