La
industria venezolana se encuentra en una situación crítica. Producir hoy en día
en Venezuela no es tarea fácil debido –entre otras cosas- a la escasez de
materias primas nacionales e importadas, a la no disponibilidad de divisas para
importar los insumos requeridas y por la incertidumbre política que afecta la
operatividad de las empresas.
Así
lo evidencia la encuesta de coyuntura del segundo trimestre del presente año,
la cual destaca que 85% de los consultados reportan caída de sus inventarios de
materia prima en contraste con 73% del mismo lapso del año 2014.
Los
resultados de esta consulta evidencian claramente el deterioro de las
diferentes variables estudiadas: situación de la empresa, producción,
inventarios, empleo, ventas e inversión. Y esta situación se hace más dramática
al revisarla por sectores. En el caso de alimentos se reporta una reducción de
75%, mientras que en el sector químico
es de 95% y en metales básicos de 100%.
Lógicamente,
esto se traduce en una contracción de la producción, al punto que 75% de los entrevistados
advierten sobre una caída en sus niveles de actividad. Los sectores más
impactados fueron químicos y farmacéutico; textil, cuero y calzado y papel y
cartón.
También
el empleo se vio afectado por la caída de la actividad industrial, al punto que
38% de la muestra afirma que disminuyó en el segundo lapso del año; en el caso de
la pequeña industria la proporción de respuestas en esa dirección se eleva a
47%. Los sectores donde se observa mayor caída del empleo son papel y cartón,
minerales no metálicos y textil.
En
cuanto a las inversiones, 30% de los encuestados que forman parte de la gran
industria aseguran que no invertirán este año; lo mismo dicen 51% de los
medianos industriales y más del 60% de los pequeños. Mientras tanto, la
capacidad utilizada se mantiene por debajo de 50% (48,34 %).
Cinco puntos para el cambio
La
crisis que vive la industria nacional y que se refleja en los indicadores de la
Encuesta de Coyuntura del segundo trimestre 2015 también la sufren los
consumidores, quienes han visto sensiblemente reducido su acceso a los
productos que requiere para satisfacer sus necesidades básicas.
Pero
esto puede y debe cambiar. En ese sentido, la Confederación Venezolana de
Industriales (Conindustria) ha venido señalando que la industria es parte de la
solución.
En
rueda de prensa, el presidente del gremio manufacturero, Juan Pablo Olalquiaga,
señaló que Conindustria quiere participar y colaborar con la Comisión para la
Sustitución de Importaciones que anunció el presidente Maduro el pasado fin de
semana. En ese sentido, apuntó que el sector industrial llevará a esa comisión
cinco puntos que son fundamentales para reactivar la producción:
- Titularización de la deuda contraída con los proveedores internacionales, de manera que se pueda restablecer la confianza y el crédito externo para seguir adquiriendo la materia prima importada que se requiere
- Dialogar con el gobierno para lograr acuerdos que permitan que las empresas estatizadas regresen al sector privado y recuperen su capacidad productiva
- Flexibilizar el control de precios, de cara a crear un subsidio directo que permita la eliminación del control, de forma tal de estimular las inversiones en la manufactura de estos productos
- Modificación del control de cambio, estableciendo un tipo de cambio paralelo legal que propicie la competitividad
- Apoyo a la propuesta de enlazar con los centros tecnológicos y científicos, entre los cuales destacan las universidades nacionales, para mejorar la producción y productividad de nuestras industrias. Esto forma parte de la Visión Venezuela Industrial 2025 que plantea Conindustria al país. Démosle forma a esto modificando la Ley de Ciencia y Tecnología, devolviéndola a lo que era para estimular los desarrollos tecnológicos y como un impuesto más como lo es hoy.
Olalquiaga expresó que producir es llevar la materia prima a la mesa de
todos: la industria no es solo un sector, es el día a día del venezolano
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