TOCANDO FONDO

Por Veneconomía

La economía venezolana está tocando fondo.

Por un lado, las reservas internacionales cayeron hasta $17,93 millardos al 14 de mayo, su nivel más bajo desde el 5 de septiembre de 2003.

Por otro, la escasez de alimentos, medicinas, autopartes, electrodomésticos y otros productos llega a niveles críticos.

Por ejemplo, en el rubro alimenticio se reporta que 18, de los 58 productos (31,0%), que componen la canasta alimentaria del Cendas-FVM presentaron problemas de escasez.

En consecuencia, la población se ve obligada a pasar un promedio de dos a cinco horas a la semana de cola en diversos establecimientos para tratar de encontrar los suministros alimenticios. Esto sin contar que se le obliga a padecer de un creciente número de barreras para tener acceso a los bienes que demanda, entre otros:

-Se le limita el derecho a comprar productos regulados a dos días a la semana, según el terminal de su cédula de identidad;

-se le somete al humillante marcaje para numerar su puesto en la cola;

-o es obligado a pasar por un captahuella para controlar cuándo y dónde adquirió determinado producto, según manda el plan implementado por la Comisión Nacional de Lucha Contra el Contrabando.

Amén de que apenas logra cubrir con sus ingresos el incesante incremento de los precios de los bienes y servicios.

Mientras tanto, el Gobierno persiste en el cerco penal y el ahorcamiento económico al sector productivo privado.

El sector de alimentos reporta, por ejemplo, que para mayo la deuda con los proveedores internacionales llegó a $1.022 millones, ante la falta de acceso a las divisas, lo cual pone en riesgo el despacho de materia prima y empeorará el nivel de producción y abastecimiento de alimentos en el país.

A esto se le suman las recurrentes fallas en el despacho de productos alimenticios por parte del Sistema Integral de Control Agroalimentario (SICA). Tal como reportó hace dos días la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (CAVIDEA) en un comunicado, indicando que  nuevamente se presentaban fallas para “ingresar al Sistema SICA, las cuales han generado retrasos de varias horas en el procesamiento de las Guías de Movilización de alimentos exigidas por la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (SUNAGRO)”. Con ello se afecta la frecuencia de los despachos y, por ende, se agrava la escasez en todo el territorio nacional.

Y por si esto no fuese suficiente, el Gobierno sigue empecinado en atacar a la Empresa Polar, la empresa productora y distribuidora de alimentos más importante del país. Esta empresa en lo que va de año ha recibido más de 165 inspecciones de organismos públicos y ha respondido más de 1.500 requerimientos de información. “Solo en las últimas tres semanas, seis organismos distintos han realizado 27 visitas en 13 plantas, es decir más de 150 horas de inspección que afectan las actividades diarias", según refirió Manuel Felipe Larrazábal, director general de la empresa.

Pero la crítica escasez no se limita al sector alimenticio: El colapso del sistema de control cambiario y el derrumbe del sistema productivo nacional repercute también en el agotamiento de los inventarios de todo el sector productivo nacional.

Más crucial aún es la situación del sector salud dada la grave escasez de reactivos, equipos y otros insumos básicos, tanto en el sector público como en el privado y el desabastecimiento de medicinas, debido a una deuda que ronda los $4 millardos por divisas no liquidadas al sector farmacéutico.

La situación es tan extrema que esta semana padres y representantes de niños con cáncer atendidos en el Hospital J.M de Los Ríos, tomaron la avenida Vollmer, en San Bernardino, para denunciar la falta de al menos 14 drogas antineoplásicas, empleadas contra la leucemia y otros tipos de cáncer.

¿Hasta cuándo se seguirá dando excusas para poner un parao al colapso del país?