Para la dirigencia regional y sectorial
que integra las autoridades institucionales del Consejo Nacional del Comercio y
los Servicios (CONSECOMERCIO), luego de la juramentación del Gabinete
ministerial durante esta semana, a dicho equipo le corresponde actuar de
inmediato y trabajar con urgencia en la reanimación de la economía venezolana,
con base en una mayor participación del sector privado.
En CONSECOMERCIO, están representadas
más de 200 Cámaras y Asociaciones Mixtas de Comercio, Industria y Producción. Y
su dirigencia expuso durante la celebración esta semana en Caracas de un
Directorio Nacional, que de la respuesta que dicho Gabinete le ofrezca a la
economía del país, dependerá que los consumidores no continúen viviendo los
sinsabores de la escasez, que el empleo formal se estabilice y fortalezca, y
las empresas despejen las dudas sobre cómo atender el reto de su funcionamiento
para los meses venideros.
El sector terciario de la economía representa
actualmente la actividad económica más empleadora del país, gracias a su
heterogeneidad o multiplicidad de áreas que atiende por la vía comercial o de
los servicios. Y aun cuando durante el 2012 registró un crecimiento del 9,2%,
como parte importante del crecimiento del 5,5% que, a su vez, alcanzó el
Producto Interno Bruto (PIB), las condiciones de trabajo del 2013 son
totalmente distintas, como ya se apreció en el primer trimestre del 2013. Y eso
obliga a estimar que este año habrá un decrecimiento, con sus obvias
consecuencias.
Según la dirigencia regional y
sectorial del Comercio y los Servicios, es prematuro adelantar estimados en esa
eventual caída, pero existen hechos que la están impulsando, a decir de los
participantes en el Directorio Nacional de CONSECOMERCIO:
1.
Más de diez meses sometidos a la
imposibilidad de adquirir producción nacional de bienes, en las condiciones
como lo demandaba el mercado, y divisas para la importación en las cantidades
requeridas dirigidas a cubrir el déficit productivo y la demanda presionada por
la inyección de liquidez por el gasto
público. Es una situación que hoy compromete seriamente el abastecimiento de
bienes esenciales para la economía en general.
2.
Sometimiento a estrechos márgenes de
comercialización –o ninguno- como consecuencia del sistema de control de
precios, y la venta bajo la influencia de la premisa de los riesgos implícitos
en su inflexibilidad, además de las acusaciones de especulación y acaparamiento.
Ya no es posible trabajar con base en una programación de inventarios mayor a
las 72 horas.
3.
Imposibilidad real de administrar los escasos
inventarios disponibles en el mercado, principalmente de bienes importados, como
consecuencia de la demanda cíclica que generó la devaluación de 46,5% de
comienzos de febrero, la desaparición del Sitme y la inconsistencia funcional
del SICAD para reponerlos oportuna y debidamente.
4.
Adecuación funcional a las restricciones que
el Ministerio de la
Alimentación ha creado con la expedición de guías para la
distribución y redistribución de la producción nacional de alimentos
(SICA/SADA), que se ha traducido en los peores niveles de escasez en los
estados fronterizos. Esto ha provocado un ineficiente desempeño de cada empresa
comercial de esas regiones, y convertido a la actividad terciaria en otra
variable de la improductividad empresarial venezolana.
La conjunción de estos problemas no
guarda relación con razones estructurales, por lo que su solución sólo sería
posible en el largo plazo. La verdad es que todos son de fácil y rápida
solución, dependiendo de la voluntad aplicable para que eso suceda, y obedeciendo
a la permanente exigencia que vienen haciendo los consumidores de que se le
preste debida atención al severo problema de la escasez.
El propio Banco Central de Venezuela
dijo que en febrero el índice de escasez estuvo por el orden del 19,7%. Pero
“el mostrador”, es decir, esa encuesta que los comerciantes en todas partes del
país hacen a diario en su relación con los consumidores, según se conoció en el
Directorio de CONSECOMERCIO, precisa que el abastecimiento tiene sus propias
peculiaridades entre cada estado y otro. Es decir, no necesariamente guardan
relación entre sí, ni tampoco se ajustan estrictamente a evaluaciones estadísticas.
Como también lo han hecho saber
públicamente otras instituciones gremiales del sector privado esta semana,
CONSECOMERCIO, por decisión de su liderazgo nacional, acordó expresar su
disposición institucional a participar en la constitución de mesas técnicas con
las autoridades, con base en el llamado que han hecho desde el Gobierno al
diálogo positivo y constructivo, como una forma de construir soluciones a los
problemas económicos de hoy, y evitar la agudización de los mismos las venideras
semanas.
Por supuesto, le corresponderá a las
autoridades describir el sistema que regiría la constitución y desarrollo del
trabajo desde esas mesas técnicas. Y tener claro que en el caso del sector
terciario, además de lo regional, se combinan tipos de actividades comerciales,
variedades de servicios, sometimiento –o no- a la dependencia de divisas, entre
otros aspectos. Además de que se dan casos excepcionales como los de la
Zona Libre de Paraguaná y de la Isla de Margarita, en donde
el tratamiento no puede darse sin admitir que tales actividades comerciales
constituyen la vida de sus economías, por lo que es imprescindible respetar la norma
integral que les rige, y formular propuestas a discutirse entre las partes, y
aprobarse en los términos de un sometimiento a fundamentos que no se
administren discrecionalmente.
CONSECOMERCIO propone encuentros
inmediatos con las autoridades, para que el diálogo se produzca a la brevedad,
y con tendencia a soluciones administradas bajo los términos de política de
Estado y de largo plazo.
El país necesita que eso se dé sin
demora, y la economía requiere que se produzca como reto compartido y asumido
por el Gobierno, los trabajadores y la empresa privada.
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