URGE APROBAR MECANISMOS ALTERNOS PARA IMPORTADORES QUE NO CALIFICAN ANTE CADIVI Y DESPENALIZAR EL SISTEMA CAMBIARIO
El Consejo
Nacional del Comercio y los Servicios (CONSECOMERCIO) está a la espera de los
análisis que están haciendo las Cámaras Sectoriales afiliadas sobre el Convenio
Cambiario número 14, y sus repercusiones en
cada una de las actividades que ellas representan, para darle a conocer
al país las opiniones institucionales más ajustadas a la certeza de lo que está
planteado y evitar confusiones e interpretaciones erróneas entre los
consumidores, y las propias autoridades.
Sin embargo,
apelando a lo que ya se venía considerando en sus Directorios nacionales y
regionales desde mediados del año pasado, cuando se advertía una insuficiencia
y retraso en materia cambiaria, tanto en las solicitudes de CADIVI, como en el
SITME, considera que lo que está sucediendo en materia cambiaria obedece a no
haberse actuado oportuna y progresivamente, como lo sugirió CONSECOMERCIO en
distintas ocasiones.
No haberlo hecho
en esas condiciones, ha obligado a ir a un macro ajuste cercano al 50%, con el
que ahora deberá convivir la importación, la
producción y el comercio, hasta que las autoridades se ocupen de
disciplinar las cuentas públicas, estimular a quienes todavía producen en el país
y promover nuevas inversiones privadas, antes de que se profundicen los graves
problemas de escasez, ya identificados por el propio Banco Central de Venezuela
en niveles porcentuales definitivamente alarmantes.
La mayoría de
los venezolanos está de acuerdo con la necesidad de reducir el nivel de 52.000
millones de dólares en importaciones. Y aun cuando también existe coincidencia
en que la devaluación es necesaria, asimismo, se considera que el paso dado no
es suficiente, especialmente en lo relativo a la flexibilización y dinamización
de la administración del régimen cambiario en los términos conocidos hasta
ahora. Además de que dicha devaluación debería convertirse precisamente en la
primera de una serie de medidas que echen las bases de ese imprescindible
Modelo de Desarrollo Económico con inclusión social, la generación de empleos productivos
y teniendo el incremento de la producción nacional como objetivos centrales.
Para
CONSECOMERCIO, la eliminación del SITME y la inexistencia de una alternativa
que se ocupe de atender a todos los medianos y pequeños empresarios que no
califican para acudir a CADIVI y satisfacer sus necesidades de divisas, es
motivo de preocupación. En Venezuela, más del 80% de las empresas están
ubicadas en este rango, y si no se les atiende se les estará obligando a
reducir sus actividades, con sus obvios efectos entre la ciudadanía
consumidora.
El sistema
cambiario tiene que ser flexibilizado, y eso incluye la posibilidad de despenalizarlo. Se trata de que la economía tiene que dinamizarse, responder a lo que las
propias autoridades han manifestado, cuando han dicho que debe diversificarse
para que cumpla un rol exportador. No se puede exportar si no hay condiciones
para producir en cantidades y condiciones competitivas, y eso depende,
obviamente, de las decisiones que adopten el Poder Ejecutivo y el Banco Central
para que eso suceda así, o termine postrando toda la estructura productiva
nacional.
El incremento de
la producción en Venezuela no sólo es una necesidad; es un reto para
gobernantes y gobernados. Y debe hacerse, insistimos, obedeciendo a los lineamientos
de ese impostergable Modelo de Desarrollo Económico que no sólo haga posible la
paulatina reducción del número de ciudadanos que hoy viven en un ambiente de
pobreza, sino que también erradique la multiplicidad de causas que generan
pobres cada día. Se tienen que incrementar las posibilidades para que dichos
compatriotas puedan vivir en un ambiente de bienestar y progreso, a partir del
esfuerzo que ellos deseen acometer.
Con respecto al
tema sobre variaciones de precios y señalamientos sobre aumentos compulsivos, ambas
posibilidades están relacionadas con la disponibilidad de inventarios. Cuando
sean vendidos los inventarios importados al desaparecido valor de Bs. 4,30/$,
será inevitable que haya nueva mercancía con nuevos precios. Y de eso están al
tanto los consumidores que llevan treinta años sometidos a esa realidad, luego
de que llegara al país el control de cambio con el “viernes negro”. También eso
lo saben las autoridades, por lo que insistir en reprimir y atemorizar al
sector terciario, al final, es más de lo mismo que el comercio formal ha vivido
cada vez que cada gobierno ha tratado de evitar la inflación que él mismo ha
generado con medidas de este tipo.
CONSECOMERCIO,
una vez más, previo a lo que luego pueda difundir apoyándose en lo que le
transmitan sus Cámaras sectoriales y regionales afiliadas, insiste en que hay
que trabajar decididamente en la producción de bienes, la generación de más y
mejores puestos de trabajo atendidos con salarios dignos . Pero eso depende de
que haya, asimismo, un acercamiento de voluntades y esfuerzos entre las
autoridades y la empresa privada. Y, por supuesto, coincidencia de criterios
que traten de ubicar a Venezuela entre los países que avanzan hacia la
modernidad, por cierto, hoy convertido en lema y motivo que regirá la
celebración del XLIII Asamblea Anual del Consejo en Nueva Esparta del 14 al 16
de marzo.
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