Desde mediados de noviembre el suministro de harina de trigo a las panaderías ha sido limitado, situación que ha mermado la producción no sólo de pan salado sino también de otros rubros derivados del trigo.
Los despachos de harina de trigo se ha reducido en algunos casos a más del 50%. Algunos voceros del sector señalan que de los 150 sacos que piden semanalmente reciben, en el mejor de los casos, entre 50 y 70, y no de forma regular.
Los dueños de panaderías han optado por buscar la materia prima por su cuenta, debido a que el producto no llega hasta los establecimientos. Esto ha originado alzas en el precio de la harina de trigo. Por un saco de 45 kilos pagan hasta 450 bolívares. En promedio cuesta entre Bs 200 y 250.
Ante esta situación, algunas panaderías han optado por recortar la producción, eliminando una de las cuatro masas que elaboran a diario para la producción de pan. El pan de jamón, típico de esta temporada decembrina, también ha sufrido recortes ofreciendo menos unidades que en años anteriores.
Lo que más ha sufrido es la producción de pan salado popular (la canilla), porque el precio regulado de venta al público no cubre el costo de la harina. Es por eso que el pan se elabora una o dos veces al día, en la mañana y en la tarde, pero no todos los días.
La escasez de harina de trigo se generó principalmente por la paralización de las plantas de Molinos Nacionales (Monaca), debido a conflictos laborales que duraron más de un mes.
Se conoció que hace dos semanas fueron reactivadas las plantas ubicadas en Cumaná y Puerto Cabello, pero no ha sido fácil la reposición de inventarios. Monaca atiende 30% del mercado de harina de trigo. Fuentes del sector del trigo informaron que poner en marcha las líneas de producción y el acopio de la materia prima lleva tiempo, y apenas estaría comenzando la producción.
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