El
nivel de vida de los trabajadores no se mejora a base de leyes del trabajo,
sino mediante la creación de un mayor número de empresas que ofrezcan la
posibilidad de dar trabajo a más personas.
Así
lo expresó Rafael Alfonzo, presidente de Cedice Libertad, quien además indicó que
la Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores -que ya desde
su título excluye a los empleadores- sobreprotege a quienes se encuentran
trabajando en la actualidad, y castiga a quienes se encuentran desempleados, en
el campo de la informalidad o buscan
empleo por primera vez. El instrumento legal fue aprobado y firmado por el
Presidente de la República de manera unilateral e inconsulta. En su análisis y
discusión no participaron los principales agentes económicos de la nación:
empresarios, trabajadores y Gobierno.
Los
efectos perniciosos de la ley se originan en el hecho de que, además de
sobreproteger a los trabajadores, encarece sensiblemente el costo de creación
de un empleo en el sector formal de la economía, hace aún más rígido el mercado
laboral e incrementa el gasto de los despidos, incluso en aquellos casos en los
cuales el trabajador incurra en falta grave y se amerite su destitución.
Indicó
igualmente el presidente de CEDICE Libertad
que, La nueva LOTTT viene a sumarse al complicado y oneroso conjunto de
leyes que elevan de forma innecesaria e inconveniente los costes de producción
del empleo en Venezuela. Además, es un instrumento adicional que contribuirá a
disminuir la capacidad productiva del país y a alejar todavía más a los
inversionistas nacionales y foráneos que podrían venir a Venezuela, si el marco
jurídico fuese el apropiado.
Los
beneficios establecidos en la LOTTT no guardan proporción con las posibilidades
reales de una economía sometida a un proceso continuo de erosión, debido a las
políticas de ataques a la propiedad privada, y control y violación permanente
de las libertades económicas.
Esta
ley gravosa y rígida penalizará a la PYME, a los más pobres, a los
desempleados, a los informales y a los trabajadores por cuenta propia, mientras
solo proporcionará algunos beneficios parciales a quienes en la actualidad tienen
el privilegio de contar con un trabajo.
Venezuela
necesita empresas que generen empleos productivos, se necesitan políticas
públicas que atraigan inversiones, que se promueva la competitividad como nación en el marco de un mundo cada vez
más exigente. Para garantizar este ambiente es que debe servir el marco jurídico,
expresó Alfonzo.
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