EL COLAPSO DEFINITIVO DE LA AGRICULTURA

"El martes 5 de octubre de 2010, por muy diversas razones, tanto personales como profesionales, visitamos en Cagua, Estado Aragua, la sede administrativa de Agroisleña, ocasión en la que tuvimos la oportunidad fortuita de presenciar el anuncio de la adquisición forzosa de ese grupo empresarial por parte de representantes del Ejecutivo Nacional, acompañados por el Gobernador de esta entidad, el correspondiente séquito de funcionarios y policías, y la infaltable barra de seguidores en autobús contratado.
Nos sorprendió la frialdad con la que se le puede anunciar, a fundadores y descendientes de ellos, el fin de un esfuerzo de trabajo que tomó más de 50 años, conocido por todos los que tienen contacto con el medio agrícola venezolano y que “de repente” queda en manos del gobierno gracias a un poder que nadie les confirió, con argumentos que inclusive los emisarios oficiales saben que son totalmente falsos.
Igualmente impresiona como se trata de inducir a los trabajadores a creer que “todo seguirá igual” y que cuentan con las garantías de respeto a sus condiciones laborales, cuando el país está lleno de ejemplos que demuestran que pasada la etapa inicial, los nuevos miembros oficialistas del personal comienzan a ejecutar los desplazamientos y sustitución de responsabilidades que terminan por arrinconar a los trabajadores con conocimientos y antigüedad en la empresa.
Hoy, la situación ha comenzado a tomar su verdadera cara, y la corrección formal mantenida durante la participación de la medida oficial ha sido sustituida, en todo el país, por la presencia de Guardia Nacional, milicias, funcionarios de diversas dependencias y hasta alcaldes, que no saben lo que quieren, pero que de cualquier manera actúan autoritariamente para esconder el absoluto desconocimiento sobre como adelantar lo que suponen les ordenaron hacer, directamente o a través del mensaje presidencial televisado.
La medida, más allá de las inconsistencias legales que han sido señaladas por los que conocen del tema, implica para la agricultura nacional una amenaza cierta de desabastecimiento de insumos para la producción, que se manifestará en distintos momentos dependiendo del rubro, pero que en todo caso no pasará de unos pocos meses. Adicionalmente se afecta seriamente la oferta crediticia disponible para los productores, la capacidad de acopio y el mercadeo de productos fundamentales para la alimentación.
Ante esta situación y no pudiendo interpretar, por más que lo intentamos, la razón política de la medida, hemos empezado a pensar si no estaremos a las puertas de otro PDVAL, está vez en el ramo de los suministros indispensables para el agricultor, que surtiéndose de excedentes no utilizados en campañas agrícolas de otros países y la siempre oportuna colaboración de nuestros “aliados” continentales (Argentina y Brasil) e inclusive los nuevos amigos chinos, permitirán directamente o mediante la tristemente famosa triangulación con Cuba, surtir el mercado venezolano con la importación de productos que no han pasado por los procesos de autorización legal de las instancias competentes venezolanas, siempre con la excusa de la necesidad imperiosa de nuestros productores, sobre todo y por supuesto, de los pequeños agricultores campesinos, quienes los recibirán como parte de un “paquete crediticio” a la vieja usanza.
Lo reseñado presagia el colapso definitivo de la agricultura venezolana tal y como la conocemos hoy, necesitada de mejoras en lo social y lo ambiental, pero abierta a los progresos tecnológicos. Su reemplazo por un modelo que se ha demostrado incapaz de satisfacer las necesidades de seguridad alimentaria de los pueblos a los que se les ha impuesto, es un planteamiento anacrónico destinado al más estrepitoso fracaso.
La unidad de los factores democráticos y el reforzamiento de los planteamientos de equidad y justicia para una Venezuela diversa y libre es la única posibilidad de cambiar constitucionalmente este ya largo período lleno de desatinos en lo político, en lo económico y en lo social."

Santiago Clavijo A.
Profesor Titular y Ex-Decano de la Facultad de Agronomía de UCV
(tomado de Notas Agropecuarias Venezuela )

Comentarios

"Su sociedad está condenada", Ayn Rand

"Cuando advierta que para producir usted necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces usted podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad esta condenada"

Ayn Rand, 1950. Rand (1905-1982). Filósofa Ruso-Estadounidense