En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en agosto terminó a U$59.89, una caída de 52 centavos en relación con el cierre del jueves.
Durante la sesión llegó a caer hasta los U$58.72, su nivel más bajo desde el 18 de mayo de este año.
En Londres, en el InterContinentalExchange, el barril de Brent del Mar del Norte con el mismo vencimiento perdió 58 centavos y se cotizó a U$60.52.
Este nuevo debilitamiento del precio del barril de petróleo tiene lugar exactamente un año después de su explosivo incremento a niveles históricos, cuando el 11 de julio del 2008 superó los U$147.
"Los 60 dólares no parecen tan malos hoy, cuando los temores a la caída de la demanda se apoderaron" del mercado, estima Phil Flynn, de PFG Best Research. "El mercado petrolero refleja las perspectivas que ensombrecen el crecimiento económico".
"Por el momento, se ven pocas señales de crecimiento económico durable", opina Mike Fitzpatrick, de MF Global.
En su informe mensual, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) confirmó su escenario de caída de la demanda mundial 2.9% este año.
El analista jefe de la AIE, David Fyfe, destacó que la demanda de gasolina en América del Norte es "claramente inferior" a la prevista hasta el momento, lo que suscita "preocupaciones sobre el ritmo de la recuperación económica".
Estos comentarios confirman los temores provocados por el masivo aumento de las reservas de gasolina estas últimas semanas en Estados Unidos, a pesar de la llegada del verano, período de elevado consumo de gasolina.
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