El Consejo Nacional del Comercio y
los Servicios (Consecomercio) emplazó a los poderes Ejecutivo y Legislativo a trabajar
con la empresa privada y los trabajadores en la implementación de una política
económica de Estado capaz de ofrecerle respuestas concretas y perdurables a los
consumidores del país.
El máximo organismo gremial del
sector terciario, a la vez que precisó que los comerciantes y los expendedores
de servicios no desampararán jamás a los consumidores, indicó que, día a día,
la capacidad de respuesta de las empresas representadas por sus afiliados a
esos millones de compradores, se debilita aceleradamente.
Todo obedece a la inexistencia de
bienes nacionales e importados, como a los efectos que provocan en cada unidad
comercial la inflación, la inseguridad, los apagones, la escasez de agua y
ahora también la voracidad fiscal del Poder Municipal.
Consecomercio
y el país.-
En Consecomercio, convergen
directamente más de cien cámaras y asociaciones mixtas de comercio, industria y
producción, además de un número similar de manera indirecta. Y la dirigencia de
dicha representación institucional, desde comienzos de año, ha venido
transmitiéndole a las autoridades del Consejo sectorial su seria preocupación por
la obligación de tener que funcionar en un ambiente de intranquilidad social,
dadas las causas descritas.
A los comerciantes y a los
expendedores de servicios, les corresponde darle la cara a los consumidores,
muchos de ellos desesperados y, si se quiere, en actitud negativa a aceptar que
la escasez no está siendo provocada por esos empresarios.
Hay escasez, desabastecimiento y
presencia intermitente en los anaqueles del comercio. Y eso no es una
consecuencia de procesos especulativos o de acaparamiento deliberado. La única
y real causa de todo lo que está sucediendo, es que no hay producción
suficiente en el país para atender la demanda. También que la monopolización
importadora del Estado, como extensión del régimen de control de cambio y de
precios, sólo se ha traducido en una paralización productiva del país.
Así lo han demostrado durante los
últimos días Fedeagro, Fedenaga, Cavidea y Conindustria, organismos gremiales
que, de paso, han formulado propuestas de solución, sin haber recibido una sola
respuesta de las autoridades del país.
El
Estado y la Empresa Privada en Venezuela.-
Para Consecomercio, que le ha
correspondido lidiar con todos los gobiernos desde que se produjo hace 33 años el
llamado viernes negro, tampoco en
esta ocasión es totalmente cierta la especie de que aquí las crisis económicas
obedecen a caídas en los ingresos provenientes del negocio petrolero. No es un
asunto de renta ni de indisponibilidad de recursos. Sí de administración
eficiente, transparente y efectiva en el orden social.
Ha sido una consecuencia del
propósito de convertir al Estado en el único agente activador de la economía, a
la vez que se anulan los derechos económicos ciudadanos, se restringe la
libertad de emprender y se convierte a la empresa privada en un apéndice del
capricho discrecional gubernamental.
El efecto histórico es que hoy
Venezuela es conducida por un Estado cargado de trabajadores que no siempre son
necesarios, de gastos injustificados, ajeno a la obligación de velar
constitucionalmente por los derechos ciudadanos como el de propiedad, y sin
reparo jurídico y político para anular a la empresa privada, indistintamente de
su capital constitutivo.
Los
comerciantes, expendedores de servicios
y los consumidores.-
Para el máximo organismo empresarial
del sector terciario de la economía, las relaciones entre los comerciantes, los
expendedores de servicios y los consumidores, es actualmente muy frágil. Pero,
además, obliga a tomar decisiones contra las causas que provocan esa difícil
situación, y cuyo reflejo más auténtico está dado por el comportamiento
recesivo del Producto Interno Bruto, como de los desajustes macroeconómicos y
microeconómicos que sólo se quieren revertir con paliativos y promesas sin
fundamentos serios.
No ocuparse de atacar sus orígenes
con la urgencia que implica la magnitud de dicha situación, inevitablemente, se
puede convertir en un activador de reacciones colectivas espontáneas y
violentas.
Consecomercio ofrece su concurso gremial
para aportar las ideas, sugerencias, propuestas y recomendaciones que, a su
juicio, contribuyan a lograr resultados satisfactorios. Y lo hace apoyándose en
el consenso que existe entre sus cámaras sectoriales y asociaciones mixtas de
comercio, producción e industria afiliadas a nivel nacional.
Para el Consejo Nacional del Comercio
y los Servicios y sus organismos afiliados, el país no resiste más
diferimientos en la adopción de las decisiones necesarias. Sólo una actuación
en esos términos, hará posible que el país pase de la incertidumbre a la
reactivación de la confianza en la innegable potencialidad productiva de que
goza la nación.
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