Cientos de trabajadores de la
estadounidense Clorox en Venezuela tomaron sus dos plantas en el país, a la
espera de una orden del Gobierno que les permita reactivar sus operaciones,
paralizadas a principios de esta semana tras un inusual despido telefónico.
Clorox, la multinacional
estadounidense fabricante de productos de limpieza, anunció el lunes su retiro
de Venezuela y dijo que vendería sus activos en el país tras reconocer
considerables pérdidas en el 2014 por las restricciones impuestas a través del control
de cambios vigente desde hace más de una década.
“Ya hicimos la ocupación temporal de
la planta porque el patrono la abandonó”, dijo el viernes Luis Piñango, uno de
los casi 300 trabajadores que permanecen, día y noche, dentro de la planta de
la firma en Los Valles del Tuy, al sur de Caracas.
En otra planta, en Guacara, en el
centro del país petrolero, otros 100 obreros también aguardaban una respuesta
del Gobierno de Nicolás Maduro para tomar la instalación y reanimar las
operaciones.
“Tenemos experiencia para seguir
operando la empresa. La mitad de los trabajadores lleva más de ocho años
laborando aquí. Esta es la principal fuente de empleo en el municipio”, agregó
Piñango rodeado de sus compañeros de trabajo.
“No al cierre ilegal. Queremos
trabajar”, se leía en pancartas pegadas en los portones de la fábrica.
Reuters intentó comunicarse con
Clorox pero no obtuvo una respuesta inmediata y, hasta el viernes, ningún
representante de Clorox se había acercado a las instalaciones.
“Ellos huyeron del país. No siguieron
los pasos que dicta la legislación venezolana para hacer un cierre”, comentó
Piñango.
La ley venezolana contempla que se
instale una instancia de negociación entre los trabajadores y el empleador
supervisada por el Estado cuando está en riesgo la estabilidad laboral. En
estos caso, ordena además la inamovilidad laboral durante el proceso.
El último contacto de la firma con
sus trabajadores fue a través de un mensaje de texto que recibieron la
madrugada del lunes en el que se les invitaba a participar de una conferencia
telefónica. Unos volantes entregados por los vigilantes de la fábrica también
invitaban a ser parte de la llamada.
En ella, la voz grabada del gerente
general de Clorox en Venezuela, Óscar Ledezma, les anunció su despido.
“Clorox Venezuela se ha convertido en
un negocio inviable. Como resultado de esto nos hemos visto forzados a
descontinuar nuestras operaciones (…) esto significa que su relación laboral
con la empresa se da por terminada de manera inmediata”, dijo el audio al que
tuvo acceso Reuters.
Mientras la escasez de productos de
limpieza se sigue agudizando en el país de 29 millones de habitantes, en la
planta de Clorox, en Los Valles del Tuy, miles de cajas de cloro, desinfectante
y blanqueador esperan para ser despachadas.
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