El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios
(Consecomercio) afirmó que los
comerciantes formales no son los responsables de la escasez y del
desabastecimiento –en ciertos casos- de alimentos, productos de higiene
personal, limpieza en el hogar y muchos otros que se producen en el país.
El gremio señaló que los comerciantes constituyen el último
eslabón de una cadena de sectores que, dependiendo de la libertad para producir
o importar, pueden garantizar o no la oferta de bienes y la prestación de servicios.
Durante un encuentro gremial, comercializadores de productos
nacionales e importados, además de importadores directos como los del Puerto
Libre de Margarita, en el estado Nueva Esparta, y de Paraguaná, en el estado
Falcón, describieron las dificultades operativas a las que se enfrentan desde
sus establecimientos para atender a su clientela permanente o circunstancial.
Algunos describieron lo que ha estado sucediendo en los
estados fronterizos, mientras que otros destacaron su percepción de que Caracas
continúa siendo un centro urbano privilegiado para la comercialización de
alimentos y de otros bienes cuya venta está condicionada por controles de
precios.
“Ya que en la provincia, todo es doblemente complicado para
mantener los anaqueles con productos de primera necesidad, y hasta para hacerle
entender a los consumidores porqué en la Capital de la República es posible,
muchas veces, poder comprar lo que no siempre se comercializa en el interior”.
La dirigencia nacional del Comercio y los Servicios también
estimó necesario que Consecomercio le ratificara a las autoridades, su
permanente voluntad de participar en todo esfuerzo dirigido a evitar que los
consumidores se vean obligados a hacer interminables colas, para poder hacer
ciertas compras, o terminar adquiriendo los artículos prioritarios en el
llamado mercado negro y a precios excesivamente costosos.
Consecomercio exhortó al desmontaje progresivo de los
controles de cambio y de precios, como de la puesta en marcha de un Plan
Económico dirigido a disciplinar el gasto público, a revisar y cambiar la
estructura legal que impide más y nuevas inversiones privadas, además de los
impedimentos que hoy anulan las posibilidades productivas y competitivas de los
sectores primario y manufacturero nacional.
La dirigencia nacional del Comercio y los Servicios calificó
de positivo el continuo llamado que las autoridades están haciendo, para que la
producción nacional salga a conquistar los mercados internacionales.
Sin embargo, consideró necesario recordar que dicha
posibilidad, también está asociada a esa serie de cambios que demandan voluntad
política, en primer lugar, y activar una disposición básica para que “los
venezolanos dejemos de vivir de una economía de puertos y de un rentismo
petrolero que anula nuestra potencialidad productiva y comercial, dentro y
fuera del territorio nacional”.
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