China prestó en 2010 un total de 37.000 millones de dólares a América Latina, más que los 30.000 millones que otorgaron juntos el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Export-Import de Estados Unidos.
En 2010 el BM prestó 13.900 millones de dólares, el BID en torno a 12.000 millones y el Export-Import estadounidense 4.000 millones, según los informes anuales de esas entidades.
El BM prestó en los últimos seis años 53.000 millones de dólares a la región, y el BID 67.000 millones, mientras que China colocó 75.000 millones en ese tiempo, según el documento divulgado por el centro de análisis estadounidense Diálogo Interamericano, reseñó AFP.
Las dos principales entidades chinas para el financiamiento exterior son el Banco de Desarrollo y el Banco Export-Import China, que no divulgan montos exactos de sus préstamos por regiones, por lo que los especialistas de Diálogo Interamericano tuvieron que obtener las cifras a partir de fuentes locales.
"A diferencia de los datos de comercio en la base de datos de Naciones Unidas, no hay datos fiables de inversiones o préstamos chinos en la región", explicó el estudio.
"Nuestra mejor estimación de compromisos chinos de préstamos es de 75.000 millones", aseguraron los expertos, que resaltaron que el 91% de ese monto fue a parar a Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador.
Los créditos van dirigidos en su inmensa mayoría a los sectores de materias primas y a empresas con capital chino que están presentes en esos países.
Las tasas de interés de los bancos chinos son más onerosas que las del BM y el BID, pero los préstamos contienen significativamente menos condicionantes laborales o medioambientales, en especial cuando se los compara con el Banco Export-Import de Estados Unidos.
Especialmente para Venezuela y Ecuador, el financiamiento chino es interesante ante las dificultades de esos países para lograr préstamos de instituciones multilaterales, con las que mantienen distintos contenciosos.
Al mismo tiempo, el estudio advierte que la ayuda financiera china es a menudo exagerada o no se cumple en su totalidad en los países en desarrollo.
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