
El banco venezolano, que forma parte del rompecabezas financiero público, no podrá otorgar préstamos ni captar nuevos clientes a través de las agencias que tiene en Miami y Nueva York sin el consentimiento del organismo supervisor.
"La orden exige que BIV someta declaraciones financieras para cada una de sus agencias y para la organización en su conjunto que sea auditada por una firma de contabilidad aceptable, independiente y reconocida internacionalmente", explicó el texto, según AFP.
El Banco debe también introducir cambios en sus controles y funcionamiento interno en Estados Unidos.
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