1. Los empresarios venezolanos, reunidos en la ciudad de Puerto Ordaz en ocasión de la LXVI Asamblea Anual de FEDECAMARAS, nos dirigimos al país para ratificar el compromiso que tenemos para construir una Venezuela productiva y eficiente que sea capaz de contribuir a la solución de los problemas de la gente.
2. Una nueva relación de fuerzas fue decidido el 26 de septiembre. Las elecciones parlamentarias se convirtieron en un hecho político de singular importancia. Los venezolanos decidimos enviar un mensaje claro y preciso a favor del pluralismo democrático a la vez que rechazamos con igual firmeza cualquier pretensión de seguir transitando por la senda del socialismo arbitrario y excluyente cuyos resultados económicos, sociales y políticos están a la vista.
3. La economía nacional no atrae inversiones, tampoco genera nuevos empleos, ni alienta el emprendimiento productivo. El sector informal de la economía ha seguido creciendo y la pobreza sigue vigente en sus condiciones estructurales. La presión social que significa crear cada año trescientos mil nuevos empleos pone en entredicho todo el sectarismo económico propio del socialismo del siglo XXI a la vez que pone de relieve la necesidad social de contar con la empresa privada, con los empresarios emprendedores, con sus trabajadores, con todos los activos sociales de más de 500 mil empresas.
4. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es el punto del encuentro nacional para superar este estado de conmoción. Derechos, libertades, garantías y obligaciones nos colocan en el único diálogo verdaderamente fructífero, alrededor del proyecto nacional, democrático, incluyente, progresista y moderno que estimula el emprendimiento a la vez que le exige al gobierno que cumpla con sus obligaciones, perfectamente delimitadas en cada una de las atribuciones del poder público. Rechazamos las interpretaciones casuísticas de nuestra carta magna. Repudiamos el despotismo que significa poner al gobierno por encima de las leyes y al socialismo del siglo XXI por encima del espíritu y propósito del acuerdo social que firmamos: Queremos Democracia, Justicia, Estado de Derecho y un proyecto de país que cercene el odio y el resentimiento como excusas para la expoliación de la riqueza productiva.
5. Los resultados del desconocimiento de los derechos y libertades no pueden ser menos propicios. Inseguridad, Entreguismo, Abatimiento Económico y Excusas son los únicos resultados de un proyecto económico insensato e inviable que pretende colocarnos en el trance de un solo patrono que con la tiranía del monopolio quiere decidir cada una de las dimensiones de nuestra vida pública y privada. A la vista del país están los resultados adversos. Empresas quebradas cuyo único sentido es participar del presupuesto nacional que por esa razón no alcanza para atender los problemas de la sociedad. A la vista de todos están los apagones, la escasez, la debacle de la infraestructura nacional, el déficit de viviendas, la reaparición de las viejas pandemias, y el crecimiento inocultable de la delincuencia organizada para retar al Estado de Derecho y mantenernos a todos entre la zozobra y el miedo.
6. No podemos aceptar que el objetivo central de la política económica del gobierno sea la destrucción del país. Cada vez que se confisca una empresa privada Venezuela pierde calidad de vida y oportunidades para construir un futuro esperanzador. No es casual la dolorosa partida de nuestros jóvenes porque aquí en su país no ven ni seguridad ni futuro. Tampoco es casual que prive entre nosotros la ingrata sensación de la precariedad. Por eso rechazamos que se siga insistiendo en la ruta del despotismo económico y de la violación sistemática de todo el Estado de Derecho. Rechazamos que la vocería oficial esté llena de amenazas proferidas contra la estabilidad de las empresas. Repudiamos el uso falaz del discurso político para intentar justificar lo injustificable. No podemos aceptar que a la larga lista de empresas destruidas se sumen otras más.
7. Venezuela es un país que nació para acoger en su seno a hombres libres y prósperos. Reconocemos el coraje y la tenacidad de miles de trabajadores cuya determinación ha enfrentado al gobierno al dilema de imponerles por la fuerza lo que ellos rechazan: una estatización forzada que los deja al margen de la contratación colectiva y demás derechos laborales. Apreciamos y admiramos el talante firme de los empleados que resisten con mucha entereza amenazas, improperios y embates de un régimen que quiere arrebatarles la tranquilidad de un empleo de calidad, estable y bien remunerado. Estamos con ellos y con sus accionistas en el esfuerzo de que se les respete, que se respete la Constitución y que se reconozcan todos sus derechos y garantías ciudadanas
8. La agenda de los empresarios venezolanos es el país democrático y pluralista en el que se pueda debatir sin que nadie ponga en peligro sus derechos y libertades. Vivimos un tiempo desolador en el que muchos empresarios han tenido que exilarse y otros sufren la triste condición de ser acusados sin poder defenderse. Rechazamos que los empresarios sean los presos políticos del socialismo del siglo XXI y que los canales del Estado sean los vehículos para dañar su reputación sin que se les reconozca el derecho a la legítima defensa y a la preservación de su integridad y dignidad personal. Esta situación tiene que acabarse.
9. El contraste puede ser inmenso. Hoy el Presidente de Chile está culminando un proceso de rescate de 33 mineros. Sin arrogancia se reconoció que lo que todo el país deseaba era la conjugación de esfuerzos para lograr el objetivo de salvarlos. Y el Presidente Piñera lo hizo. Convocó, coordinó la ayuda, buscó a los mejores, pidió la cooperación internacional y allí están los resultados concretos que todo el mundo celebra. Nosotros podemos aspirar a lo mismo, depende simplemente de una voluntad política para la integración y el consenso y no para el resentimiento y los odios.
10. En ese sentido rechazamos el proyecto de ESTATIZACIONES, NACIONALIZACIONES Y CONFISCACIONES, QUE DESARROLLA EL GOBIENO NACIONAL, en el convencimiento de que su plan de apropiarse del aparato productivo interno y de las principales instituciones privadas del país, a través de la trampa retórica de una ideología política socialista que no está alineada con la Constitución Bolivariana de Venezuela, no persigue el bien común y la prosperidad del país, sino por el contrario tiene por objetivo secuestrar a la sociedad y apropiarse de nuestros recursos naturales para financiar y promover una guerra imaginaria y una revolución, contraria a nuestra historia de pueblo libre y democrático.
11. Convocamos así a todos los venezolanos, a compartir con el empresariado nacional, los trabajadores, los estudiantes, las universidades, las academias, la iglesia y con nuestras instituciones emblemáticas, nuestra propuesta de construir juntos las nación que soñamos
12. Estamos convencidos que El futuro se Construye hoy, paso a paso y sin pausa, con el Concurso de Todos. La agenda no es otra que la patria libre con progreso social. Nuestra agenda es Venezuela.
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