
"Estamos aquí entonces para tomar posesión, de aquí en adelante, de estos taladros", declaró el ministro de Energía y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, a las puertas de unos galpones en la localidad de Anaco.
Ramírez señaló que la toma de los taladros que, insistió, han estado paralizados y almacenados en unos galpones desde hace más de un año, cumple con todos los extremos legales, y busca garantizar la operatividad de la industria petrolera y que su multimillonaria renta le llegue "al pueblo" en forma de beneficios sociales.
"Hoy sale publicado el decreto del comandante Chávez donde se ordena la expropiación de esta empresa y se designa a nuestro Ministerio (de Energía) y a Pdvsa como entes responsable de la ejecución de ese decreto y por eso estamos aquí", afirmó el ministro durante el acto oficial, transmitido por la televisión estatal ayer en la noche.
Ramírez resaltó que los 600 trabajadores "que han sido explotados y despedidos por esta empresa norteamericana" pasarán a formar parte de la nómina de la petrolera nacional.
El ministro, que anunció el pasado 24 de junio la expropiación de los taladros de la H&P, estuvo acompañado en el acto oficial por grupos de seguidores de la "revolución" bolivariana liderada por Chávez desde hace 11 años, quienes gritaron consignas a favor del proceso y del "comandante", como llaman al mandatario venezolano.
El martes pasado la unicameral Asamblea Nacional (AN) declaró como de "utilidad pública" los taladros de la estadounidense H&P, el primer paso legal para su expropiación, reseñó Efe.
La AN argumentó que la estadounidense mantenía "ociosos" esos taladros "desde hace un considerable tiempo", que su disponibilidad a nivel mundial "es muy baja", y que "su utilización es necesaria debido a los altos esfuerzos mecánicos que se requieren para la perforación de pozos".
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