
Sin embargo, en este caso, “de lo que estamos hablando es de un procedimiento arbitrario de particulares intermediarios en el acatamiento de un requisito fijado por el BCV”, a partir del momento que la prestación de su servicio lo condiciona a cinco exigencias unilaterales, como son:
Ser cliente del banco, estar inscrito como importador en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas (RUSAD) de
Asimismo, que los rubros a traer al país correspondan a bienes habitualmente importados por el solicitante, y que el producto de la venta de los Títulos Valores en el exterior será destinado exclusivamente al pago de nuevas importaciones a que se refiere la orden de compra, por lo que, en ningún caso, puede emplearse en la cancelación de mercancía pendiente por nacionalizar, como tampoco para el pago de importaciones ya realizadas y pendientes de pago.
La dirigente empresarial recordó, por otra parte, que, en atención a la “gravedad mediatizante” de lo que dicha actuación intermediadora de la banca significaba para los importadores, acudimos al Banco Central para solicitar “una aclaratoria de lo que estaba sucediendo y que, prácticamente, condenaba al país a someterse al peligro de una severa escasez de repuestos para automóviles a mediano plazo”.
Y si bien dicha institución se comprometió con CANIDRA a oficiar a la banca al respecto, con el fin de contribuir a erradicar el citado impedimento irregular a los importadores para acceder al SITME, lo cierto es que, a la fecha, “nada de eso ha sucedido”, y la banca continúa funcionando como un “obstaculizador de las actividades importadoras de repuestos”.
Frisné Piñate dijo que los importadores “por años, han tenido que someterse al cumplimiento de todos los requisitos –solvencias y más solvencias- gubernamentales para poder importar lo que no se produce en el país”. Y han asumido que mientras exista el control de cambio en los términos que ha impuesto el Estado -aun cuando no esté de acuerdo con el mismo- “también habrá que cumplir con los Lineamientos relacionados con el SITME”, ya que es “otra disposición gubernamental”.
Pero “¿por qué la banca tiene ahora que funcionar, unilateralmente, también como obstáculo y no como soporte financiero de los importadores?”, se preguntó.
Le hizo un llamado al BCV a “impedir que esto continúe sucediendo”. Y exhortó a la banca a sumarse a los esfuerzos que “el empresariado responsable tiene que acometer, para garantizarle a la ciudadanía compradora de autopartes un abastecimiento acorde con sus requerimientos”.
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