
"La inflación va galopando, compadre. Una de las cosas de las que menos hablo yo es de la inflación para que no me dé tanto dolor de cabeza", dijo a Efe Álvaro Crespo, propietario de una bodega de alimentos.
"Todo es caro. Hoy compré a un precio, mañana me toca comprar a otro precio. Como comerciante tampoco puedo perder, yo trabajo para ganar algo", añade Crespo.
Crespo acudía diariamente a la Distribuidora Maxi, cuya expropiación decretó esta semana el Gobierno, junto con la de otras 18 distribuidoras de alimentos, por presunta "especulación y acaparamiento"
"La escasez se debe a la falta de producción. Ellos (el Gobierno) quieren tapar el sol con un dedo. Esa es una mafia muy grande, quiere conseguir mercancía de donde no hay, o de lo poquito que tenemos aquí", se lamenta Humberto Vertel, encargado de Distribuidora Maxi, al mostrar con resignación productos a la venta.
La mercancía que el Ejecutivo dice está "acaparada" en el local de Maxi "aquí se está exhibiendo, no está escondida, no estamos reteniendo nada", explica Vertel, a la espera de la notificación definitiva de expropiación.
Chávez acusa a los empresarios privados de conspirar para derrocarlo con la generación artificial de escasez de alimentos y enseres básicos, y la consecuente alza de la inflación, que en los cinco primeros meses de este año ya acumula 14,2 por ciento.
Sólo en el sector de alimentos el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que calcula y divulga el Banco Central de Venezuela (emisor), acumuló un 20,5 por ciento en lo que va de año.
Venezuela importa 75 por ciento de lo que consume y registró en 2009 una inflación de 25,1 por ciento, la más alta de Latinoamérica y una de las mayores del mundo.
A juicio del economista y profesor universitario venezolano Orlando Ochoa son esos "controles los que represan la inflación, y cuando es necesario realizar ajustes para evitar la escasez, los precios se disparan como estamos viendo".
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