
Con esta decisión el número de obreros despedidos que han autorizado las autoridades asciende a 15 desde que el Sindicato Nueva Generación de Trabajadores (Singetram) inició una huelga el pasado 11 de febrero.
Según trascendió, tras conocerse la resolución se generó una situación de tensión entre los trabajadores y algunos directivos del fabricante de Hyundai, Mitsubishi y Fuso.
Aunque la propia Inspectoría del estado Anzoátegui calificó como "ilegal" la paralización, los voceros de Singetram han expresado la intención de mantener la protesta.
Durante este nuevo conflicto, la automotriz ha dejado de ensamblar alrededor de 1.000 unidades entre las tres marcas de autos.
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