
Aseguró que el segundo semestre del año y el 2010 van a ser significativamente complejos, para el desarrollo de la economía y que "estamos en un proceso de decrecimiento acompañado por la más alta inflación de la región, en un entorno de crisis mundial ante el cual Fedecámaras advirtió repetidamente que no estábamos blindados".
Dijo que los empresarios venezolanos están comprometidos con el país y que la generación de confianza, la seguridad jurídica y personal, el respeto a las libertades, así como a la propiedad privada, estimularía la inversión tanto foránea como interna, en aras de lograr la prosperidad, según refleja una nota de prensa.
Manifestó que las políticas públicas deben apoyar al aparato productivo nacional, propiciando el emprendimiento y la actividad empresarial de todos los privados desde el micro, pequeño y mediano empresario hasta los grandes, porque "el sector privado es el mayor generador de empleos".
Para Álvarez un contexto de crisis económica mundial obliga aún más a pasar de ser un país con una economía rentista o una nación con una economía diversificada, un sector privado fortalecido, abierto a nuevos de mercados, competitivo y con agregado de valor.
El directivo comparte la idea del desarrollo interno y por eso lamentó que la visión gubernamental "esté centrada en las estatizaciones, los controles, un marco legal que asfixia a las empresas, una alta dependencia de las importaciones, endeudamiento público, entre otros aspectos que influyen en los resultados negativos que se observan en el desempeño económico".
Asimismo agregó que es indispensable una política cambiaria y monetaria apropiada que elimine progresivamente el control de cambio, permita la flotación transparente de la moneda a una tasa de equilibrio cónsona con la competitividad, bajo control independiente del Banco Central de Venezuela.
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