
El ministro de Comercio, Eduardo Samán, anunció en la víspera que prepara un informe para que Chávez decida si se lleva adelante la toma temporal, solicitada por un grupo de trabajadores que temen perder sus empleos por el supuesto cierre de la fábrica en la ciudad de Valencia.
Portavoces de Pfizer dijeron que no podían entregar inmediatamente información oficial sobre el caso o si estaba en sus planes cerrar la unidad, indicó Reuters.
Samán alegó que la empresa había contado hasta el momento con el apoyo del Gobierno para sus operaciones en el país.
"No puede ser que ellos reciban del Estado todas las divisas para importar y nos paguen con el cierre de una planta y con la generación de desempleo", dijo el ministro a la agencia estatal de noticias.
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