
Los bonos habían comenzado el día fuertes tras un dato que mostró una caída inesperada en el gasto del consumidor en julio y agosto, lo que se sumó a las expectativas de que la economía está entrando en una recesión.
Pero con las acciones recuperándose de las fuertes pérdidas registradas temprano, los bonos comenzaron a retroceder hacia territorio negativo.
"El mercado está realmente sólo siguiendo a las acciones", dijo May Ann Hurley, vicepresidenta de operaciones de ingreso fijo de D.A. Davidson & Co en Seattle.
El bono de referencia a 10 años caía 14/32 en precio y rendía un 3,70 por ciento desde un 3,65 por ciento del jueves, mientras que el papel a dos años se encontraba estable en precio, para un rendimiento de 2,23 por ciento, según precisó Reuters.
Los inversores se están centrando en el estado de las compañías financieras estadounidenses y en los rumores sobre el futuro del banco de inversión Lehman Brothers.
Las acciones de Lehman se han desplomado por el desaliento en torno a la capacidad de la compañía de lograr un acuerdo para mejorar sus necesidades de capital, mientras crece la especulación de que se necesitará un plan de rescate para que la compañía sobreviva.
Los datos económicos divulgados el viernes en la mañana pintaron un cuadro mixto para la economía.
El Gobierno estadounidense dijo que las ventas minoristas cayeron un 0,3 por ciento en agosto tras un descenso del 0,5 por ciento en julio, que previamente fue reportado como una baja de sólo un 0,1 por ciento.
Analistas de Wall Street encuestados por Reuters esperaban un incremento de 0,2 por ciento en las ventas en agosto.
Los datos fueron vistos por los analistas como una mayor evidencia de que Estados Unidos podría estar cayendo en una recesión y dieron a los bonos un impulso.
El Gobierno dijo también que los precios mayoristas estadounidenses en agosto descendieron un 0,9 por ciento, más que lo esperado y el mayor retroceso en casi dos años.
Los precios subyacentes, que eliminan los costos de los alimentos y la energía, subieron un 0,2 por ciento, como se esperaba, tras un alza de 0,7 por ciento en julio que había avivado los temores de inflación.
Pero las cosas se volvieron más pesimistas para los bonos luego de que el sondeo Reuters/Universidad de Michigan mostrara que la confianza del consumidor subió inesperadamente a un máximo de ocho meses en septiembre.
En este contexto, el bono a cinco años caía 3/32 en precio y rendía un 2,95 por ciento desde el 2,93 por ciento del jueves, mientras que el papel a 30 años descendía 31/32 y rendía un 4,28 por ciento, desde el 4,23 por ciento de la jornada anterior.
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